XXXIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia

Ponencias 57 objetivan la relativa falta de sensibilidad de los procedimientos diagnósticos de los que disponemos en la actualidad, así como de la conveniencia de su uso conjunto. Respecto a los LH y de acuerdo con la literatura previa, el número de pacientes que se beneficiaba de efectuar el estudio de extensión con BO era marginal. Nuestros resultados refuerzan en este sentido las recientes recomendaciones del grupo de Lugano para este tipo de linfomas y por tanto apoyan que el diagnóstico esté basado en el PET/TAC pudiendo evitarse la BO (5,6). Bien diferente ocurre con los LNH AG. En el contexto de los LNH de línea B y particularmente en los DLBCL, el uso del PET/TAC y/o la BO para el estadiaje es en la actualidad objeto de intenso debate, ya que originadas bien en recomendaciones de expertos, o en conclusiones de metaanálisis, o en los de resultados de diferentes series, se han propuesto estrategias que no solo son dispares sino en ocasiones divergentes (11-13,17-26). Respecto a los pacientes con LNH AG y DLBCL y en refe- rencia a la BO, se han utilizado dos argumentos principales en la evaluación de las pruebas diagnósticas utilizadas para el estudio inicial: su falta de precisión diagnóstica y el nulo impacto de sus hallazgos en la supervivencia (6,11,17). Nosotros hemos abordado ambos aspectos. El argumento de la precisión diagnóstica ha sido utilizado por diversos autores para desaconsejar el uso rutinario de la BO como consecuencia de una supuesta superioridad del PET/TAC. Nuestros datos no apoyan tales afirmaciones. Tanto en la primera como en la segunda fase del estudio encontrábamos un número relevante de pacientes (25 y 11 respectivamente) que hubieran sido infraesta- diados utilizando solo PET/TAC. Esto, se reflejaba en una superior sensibilidad (77,6% vs. 52,7%) y precisión diagnóstica (90,7 vs. 84,1) al analizar todo el grupo. Para el subgrupo DLCL, encontramos que tanto sensibilidad como precisión diagnóstica eran similares y claramente sub-óptimas tanto en la primera fase (65,6% y 92,9 para PET/TAC y 62,5% y 92,3 para BO) como en la segunda fase en la que hicimos un nuevo análisis para confirmar específicamente este punto: sensibilidad 68,6% y precisión diagnóstica 82,3 para PET/ TAC y de 48,6% y 86,3 respectivamente para la BO. Hay que des- tacar que las diferencias entre nuestros hallazgos y algunas series previas son marcadas y en este sentido es importante indicar que algunos autores sugieren que esto podría deberse a la consideración de manera inapropiada en dichas series de casos sin confirmación histológica que bien podrían ser falsos positivos (12,18,23). La segunda parte de nuestro estudio iba dirigida de manera particular al análisis de los factores pronósticos de la superviven- cia. Para ello y con el objeto de evitar tanto sesgos de susceptibi- lidad como de colinearidad o multicolinearidad en los análisis de regresión, nuestro grupo ha diseñado un estudio en el que se ha “deconstruido” el IPI, prescindiendo de la afectación extranodal por infiltración en MO para evitar su duplicidad con las dos prue- bas objeto de nuestro estudio. En este sentido hemos encontrado que en el análisis de la SLP, los únicos factores que mantenían significado estadístico en el análisis multivariante eran ECOG e infiltración objetivada por BO. PET/TAC no tuvo impacto sobre la SLP ni sobre SG. Las críticas sobre la falta de impacto pronóstico de la BO (17,19,23) tienen su base en la contradicción entre resultados, ya que diversos trabajos la han encontrado (13,14) mientras otros no (11,12). En nuestra opinión la falta de consistencia de estos datos previos, puede ser explicada por aspectos metodológicos, básicamente, el uso desequilibrado y no correlativo de variables potencialmente predictivas. En este sentido, nosotros creemos que muchos de estos trabajos presentan un sesgo relevante al evaluar la infiltración de MO por duplicado, esto es, dentro del conjunto del IPI y como una prueba diagnóstica adicional, por lo que hemos optado por obviarlo usando una estrategia innovadora que ya había sido sugerida, aunque no implementada previamente (11). Debe reconocerse que los resultados de la segunda fase de nuestro estudio han modificado nuestra perspectiva en relación a las pruebas que han de llevarse a cabo en el diagnóstico inicial en los DLBCL. Cuando finalizamos la primera fase del estudio y en la línea de otros autores (6,18) pensábamos que la positividad de PET/TAC podía obviar la BO. De acuerdo con los resultados de la segunda fase, ahora estamos convencidos del beneficio de efectuar BO a todos los pacientes en el estudio basal ya que, en ausencia de un gold standar fiable, venimos a estar de acuerdo con Adams et al. sobre las dudosas implicaciones pronósticas de los hallazgos de PET/TAC que por otra parte sugieren la existencia de un porcentaje relevante de falsos positivos (27). Conclusiones Nuestros resultados ponen de manifiesto que en los LH PET/ TAC es más preciso que la BO y hacen prescindible la práctica rutinaria de esta última. En los DLBCL encontramos que ambas pruebas tienen una sensibilidad y precisión sub-óptima. Además, solo la BO tiene impacto sobre el pronóstico al relacionarse con la SLP. Ello nos lleva a concluir que la BO es, hoy por hoy, esencial en el estudio inicial de este grupo de linfomas. Bibliografía 1. El-Najjar I, Barwick T, Avril N, Montoto S. The role of FDG-PET and bone marrow examination in lymphoma staging. Ann Oncol 2012;23(10):2-4. 2. Conlan MG, Bast M, Armitage JO, Weisenburger DD. Bone mar- row involvement by non-Hodgkin’s lymphoma: the clinical signif- icance of morphologic discordance between the lymph node and bone marrow. Nebraska Lymphoma Study Group. J Clin Oncol 1990;8(7):1163-72. 3. Bain BJ. Bone marrow biopsy morbidity: review of 2003. J Clin Pathol 2005;58(4):406-8. 4. Brunetti GA, Tendas A, Meloni E, Mancini D, Maggiore P, Scara- mucci L, et al. Pain and anxiety associated with bone marrow aspi- ration and biopsy: a prospective study on 152 Italian patients with hematological malignancies. Ann Hematol 2011;90(10):1233-5. 5. Barrington SF, Mikhaeel NG, Kostakoglu L, Meignan M, Hutchings M, Müeller SP, et al. Role of imaging in the staging and response- assessment of lymphoma: consensus of the International Conference on Malignant Lymphomas Imaging Working Group. J Clin Oncol 2014;32(27):3048-58. 6. Cheson BD, Fisher RI, Barrington SF, Cavalli F, Schwartz LH, Zuc- ca E, et al. Recommendations for initial evaluation, staging, and response assessment of Hodgkin and non-Hodgkin lymphoma: the

RkJQdWJsaXNoZXIy OTU4MzI=