— 171 — Prevención primaria del cáncer de mama… Esto nos permitirá elaborar unos hábitos de vida saludables que reduzcan la incidencia del cáncer de mama en la población y aumenten de forma consecuente la supervivencia y la calidad de vida de las pacientes. Obesidad/índice de masa muscular Los alimentos industriales han inducido un cambio en la alimentación en los países desarrollados, que ha provocado la elevación del índice de sobrepeso. El índice de masa muscular (IMC) es un factor de riesgo independiente para cáncer de mama, sobre todo en pacientes caucásicas. Por cada 5 kg/m2 que se incrementa el IMC aumenta el riesgo de cáncer de mama un 12 %. En la posmenopáusia, la globulina transpor tadora de hormonas sexuales (SHBG) se encuentra disminuida, por lo que los estrógenos libres se encuentran aumentados en un 50-100 % por el incremento de la actividad de la aromatasa, encargada de transformar el tejido graso en estrógenos. Esto conlleva un incremento del riesgo de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas que no recibieron terapia hormonal, que es 1,5 veces mayor que en mujeres con peso normal. Aquellas que han experimentado una ganancia de peso de 25 kg o más desde los 18 años tienen un riesgo mayor de cáncer de mama comparado con aquellas que han mantenido el peso. Asimismo, las que no han utilizado tratamiento hormonal, que pierden 10 kg o más de peso desde la menopausia, y que mantienen dicha pérdida, tienen una disminución significativa del riesgo del cáncer de mama (RR: 0,43; 95 % IC: 0,21-0,86). En la premenopáusia, la obesidad se comporta como un factor protector del riesgo, pues los niveles de SHBG son elevados y por tanto el estradiol libre es menor. En cualquier caso, la pérdida ponderal en mujeres con peso máximo se asocia a una reducción del riesgo en la posmenopausia. Alcohol Es conocido que la ingesta de bajas cantidades de alcohol podría tener un efecto protector frente al cáncer y las enfermedades cardiovasculares (1 vaso de vino diario). Sin embargo, dosis mayores anulan prácticamente el posible efecto protector e incrementan el riesgo de cáncer. Una ingesta de 5-15 g/día se relaciona con un aumento del riesgo de cáncer de mama en mujeres premenopáusicas. Dicho riesgo se incrementa si el consumo es antes del primer par to y dosis dependiente. Algunos estudios relacionan un incremento del riesgo del 10 % por cada 10 g de alcohol diarios. Hay evidencia que relaciona el cáncer de mama RH+ en mujeres posmenopáusicas y el consumo de alcohol, debido en par te a que el alcohol aumenta la actividad de la aromatasa e inhibe enzimas de degradación estrogénica.
RkJQdWJsaXNoZXIy OTI4NTYw