— 179 — Manejo de las heridas en cirugía mamaria: cuidados básicos – Por su funcionamiento: profilácticos, terapéuticos, paliativos. – Mixtos: en cigarrillos, de copa inver tida, Mikuliecz®, Abransan®. CUIDADOS DE ENFERMERÍA Si la herida tiene drenaje, mantenerlo por debajo del nivel de la herida, y si son varios siempre enumerarlos, pinzando los tubos para cambiar las bolsas colectoras, vigilando cualquier fuga y su permeabilidad. Es preciso retirarlos lo antes posible para evitar complicaciones, además de registrar la cantidad y el aspecto drenado, con vigilancia activa sobre posibles hemorragias activas. Normas generales en el cuidado de drenajes – Observar los síntomas de infección. – Informar al paciente sobre el drenaje. – Curas diarias y cambiar el apósito si hay humedad o pérdida de asepsia. Cura según el tipo de drenaje – Drenaje abierto: limpieza con gasas estériles con suero fisiológico o polihexamida al 0,1 %, secar y aplicar antiséptico. – Drenaje pasivo por gravedad (Kehr®): cubrir con gasa estéril y fijar a la piel y conectar a la bolsa colectora. – En drenajes pasivos por capilaridad (gasa, tejadillo, Penrose®): retirar y limpiar el exceso de exudado. Cubrir con gasas y fijarlas a la piel. Si el exudado es muy abundante, utilizar bolsas colectoras. Si se evidencia infección, tomar muestra para cultivo. – Drenaje cerrado por aspiración: cerrar la pinza de drenaje, desconectar el sistema de vacío y sustituir por uno nuevo. Mantenimiento del drenaje – Evaluar la permeabilidad del drenaje y la integridad de la piel. – Observar las características del drenado y vaciar el contenedor frecuentemente. – Cambiar la bolsa en drenajes cerrados con aspiración cuando tenga 2/3 par tes para mantener succión efectiva. – Cambiar los apósitos cuando estén húmedos. En la tabla II se presentan las complicaciones del drenaje.
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