Se considera que la manicura, como el resto del maquillaje, tiene su origen en el antiguo Egipto. Los faraones utilizaban henna para pintar sus uñas, tanto el color como la longitud señalaban el nivel social en esta civilización. Durante el reinado de Nefertiti se promulgó una ley según la cual únicamente la nobleza podía llevar las uñas de color rojo. En China, por su parte, la dinastía Zhou puso de moda los metalizados en manicura, que posteriormente la dinastía Ming sustituyó por tonos rojos oscuros y negros. Entonces el esmalte se realizaba utilizando entre otros ingredientes clara de huevo, cera de abejas y goma arábiga. Las uñas largas “pintadas”, usadas generalmente con guardas decorativas de láminas de latón con piedras semipreciosas, eran un indicador de riqueza y estatus social.
La extensión de uñas es una técnica que viene realizándose desde hace tiempo, en la que se utilizan moldes o tips para aplicar en la parte superior de las uñas naturales mediante el uso de productos químicos. Podemos encontrar diferentes productos como son acrílico, gel, seda o fibra de vidrio. La elección del material dependerá de la duración que el cliente quiere para sus uñas. Como vamos a exponer en este Manual práctico de Técnicas de uñas artificiales, existen numerosos tipos de extensiones de uñas en función del objetivo que persigamos. Autora: Marta Cobos Garrido