> 37 Cáncer de ovario avanzado. Tratamiento de primera línea solo un 42 % de las pacientes de esta rama recibieron los 6 ciclos previstos. Por otra parte, la toxicidad G3-4 (hematológica, gastrointestinal, renal y dolor) fue mayor con la administración ip e impactó de manera negativa en la calidad de vida. Las críticas de este estudio se centraron en que carecía de un análisis por intención de tratar (ITT), en que las dosis de cisplatino / paclitaxel en la rama ip fueron más altas y en que la SG de la rama control fue más baja de lo esperado. En contraposición a esos datos, tras un largo seguimiento, el estudio de fase III GOG 252 no confirmó el beneficio ni en SLP ni en SG al comparar la QT iv con la QT ip a unas dosis similares cuando se añadía bevacizumab a ambos brazos, ni siquiera en el grupo sin enfermedad residual. Además, la administración de cisplatino IP fue más tóxica (6,7). La guía de la European Society for Medical Oncology y la European Society of Gynaecological Oncology (ESMO-ESGO) no considera que la QT ip sea un tratamiento estándar en primera línea (I, A). La guía de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) reserva esta opción para pacientes muy seleccionadas (estadios III con enfermedad residual < 1 cm), siempre que no se considere el empleo de bevacizumab (I, B). La guía de la American Society of Clinical Oncology (ASCO) tampoco lo recomienda de rutina, pero lo contempla en este mismo escenario (especialmente si R0) y alerta de la necesidad de equipos expertos debido a su mayor toxicidad y mayor tasa de abandono (8). Los resultados del estudio iPocc han reabierto en parte este debate. En este estudio se comparó la combinación de paclitaxel iv en dosis densas con carboplatino, bien ip o bien iv (sin bevacizumab), en estadios II-IV tanto con cirugía óptima como subóptima. La administración ip de carboplatino mejoró la SLP, lo que no se tradujo en un beneficio en SG. La toxicidad ≥ G3 fue similar en ambos brazos, salvo por los problemas derivados del catéter y una mayor tasa de dolor abdominal con la QT ip (9). Quizás esta podría ser una estrategia adecuada en un escenario donde no se pueda plantear un mantenimiento con iPARP o bevacizumab. Quimioterapia intraperitoneal hipertérmica En lo que se refiere a datos de estudios aleatorizados, el ensayo de fase III (OVHIPEC) comparó la cirugía de intervalo con o sin HIPEC (cisplatino 100 mg/m2) en pacientes con estadios III no candidatas a cirugía de citorreducción de entrada o con enfermedad residual > 1 cm que hubieran respondido a 3 ciclos de QT. La HIPEC logró un beneficio en PFS y SG sin un incremento de la toxicidad. Sin embargo, el bajo reclutamiento de este estudio limita la extrapolación de sus resultados a la práctica diaria. Además, no se estadificó sobre la base de factores pronósticos tan relevantes como el estado de BRCA, el estadio tumoral, la respuesta a la QT y el subtipo histológico. Por otra parte, llama la atención que, a pesar de un mayor tiempo quirúrgico, una mayor estancia hospitalaria y un mayor porcentaje de estomas en la rama de HIPEC, la toxicidad fuera similar en ambos brazos. Otro estudio que comparó la HIPEC (cisplatino 75 mg/m2) con la observación en pacientes con CO en estadios III/IV con cirugía óptima no demostró la superioridad de la HIPEC en SG (10). La guía ESGO-ESMO no considera que la HIPEC sea un tratamiento estándar en primera línea (II, A). La guía SEOM coincide en esta recomendación y considera que no se debe plantear fuera de ensayo clínico. RECOMENDACIÓN Ni la QT ip ni la HIPEC se consideran opciones de tratamiento estándar en el tratamiento del CO en primera línea.
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