GUÍA ONCOSUR DE CÁNCER DE OVARIO

> 55 Tratamiento de la enfermedad recurrente INTRODUCCIÓN La elección del tratamiento en la recaída requiere una valoración individual y personalizada para optimizar las opciones terapéuticas. Históricamente, el intervalo libre de platino (PFI) mayor o igual a 6 meses catalogaba a las pacientes como platino sensibles para considerar un retratamiento con platino (1). Recientemente se ha abandonado esta definición, dado que intervienen otros muchos factores que predicen una respuesta a platino (histología, presencia de mutación en BRCA, etc.) y en base a que se dispone de más opciones terapéuticas que deben secuenciarse de manera adecuada para optimizar la eficacia (2). Por todo ello, se requiere una aproximación basada en factores clínicos, a falta de biomarcadores moleculares, considerándose las pacientes para las que el platino no es la mejor opción aquellas que progresan durante el tratamiento con platino, que presentan recaída precoz sintomática tras el fin de la última quimioterapia basada en platino o que presentan una contraindicación al platino, como alergia no subsidiaria de protocolo de desensibilización o neurotoxicidad limitante. Para el resto de pacientes en las cuales no existe contraindicación para el platino o que no tienen una resistencia definitiva, consideraremos el tratamiento basado en platino (1). A continuación, se describen las opciones terapéuticas para las pacientes en las cuales el platino se considera la mejor opción para el tratamiento de la enfermedad recurrente. QUIMIOTERAPIA El tratamiento combinado con platino ha demostrado aumentar la supervivencia libre de progresión (SLP) y la supervivencia global (SG) frente a la monoquimioterapia con platino (3). Son diversas las combinaciones que han demostrado igualdad en cuanto a eficacia, como carboplatino- paclitaxel, carboplatino-gemcitabina y carboplatino-doxorubicina liposomal pegilada. La elección de una u otra vendrá determinada por el perfil de toxicidad más apropiado, teniendo en cuenta las preferencias de la paciente y las toxicidades residuales presentes en el momento de la recaída. TRATAMIENTO DE MANTENIMIENTO Son varios los tratamientos biológicos que se han incorporado al tratamiento de la recaída del cáncer de ovario, fundamentalmente, como tratamiento de mantenimiento tras la quimioterapia, entre ellos, los antiangiogénicos (bevacizumab) y los inhibidores de poli(ADP)-ribosa polimerasa (iPARP) (olaparib, niraparib y rucaparib). La incorporación de estas opciones al tratamiento de la primera línea nos obliga a elaborar un algoritmo personalizado y basado en factores biológicos y clínicos para considerar la opción más adecuada en el tratamiento de la recaída. Por ello, es necesario considerar el tratamiento recibido en primera línea para la elección terapéutica en la recaída (2). Pueden encontrarse diversos escenarios, algunos de los cuales se describen a continuación. Tratamiento basado en platino Eva María Guerra Alía, Alfonso Cortés Salgado y Elena Vida Navas Sección de Mama y Tumores Ginecológicos. Servicio de Oncología Médica. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid

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