> 57 Tratamiento de la enfermedad recurrente beneficio en población no BRCA (9,3 meses vs. 3,9 m con placebo; HR: 0,45; 95 % IC: 0,34-0,61; p < 0,001). Los efectos adversos más observados fueron náuseas (73,6 %), astenia (59,4 %) y toxicidad hematológica, trombocitopenia (61,3 %), anemia (50,1 %) y neutropenia (30,2 %). En el estudio ARIEL3 (11), rucaparib aumentó la SLP en todos los subgrupos: en BRCA mutados, 16,6 meses vs. 5,4 meses con placebo (HR: 0,23; IC 95 %: 0,16-0,34; p < 0,0001); en HRD, 13,6 meses vs. 5,4 meses con placebo (HR: 0,32; IC 95 %: 0,24-0,42; p < 0,0001); y en BRCA wt y pérdida de heterocigosidad (LOH) baja, 10,8 meses vs. 5,4 meses con placebo (HR: 0,36; IC 95 %: 0,30-0,45; p < 0,0001). Los eventos adversos más frecuentes fueron anemia (19 %) y elevación de enzimas hepáticas (10 %). Por otro lado, el estudio MITO16B-MaNGO OV2B-ENGOT OV17 (12) evidenció que el retratamiento con bevacizumab en combinación con doblete de platino se asoció a un aumento de SLP tras haberlo recibido en primera línea. En todo caso, la pérdida de eficacia en los tratamientos posteriores y la aparición de toxicidad hacen necesario alternar los tratamientos para optimizar al máximo su rendimiento y retrasar la aparición de platino resistencia. Quimioterapia basada en platino + bevacizumab + iPARP Tras esta situación, son pocos los datos de los que disponemos hasta el momento. La biología tumoral y la probabilidad de respuesta a los futuros tratamientos, así como factores clínicos como la carga tumoral o la necesidad de una rápida respuesta, nos deben hacer optar por una u otra opción mientras no dispongamos de marcadores moleculares en los que basar esta decisión. RECOMENDACIONES La elección del tratamiento en la recaída requiere una valoración individualizada y personalizada, basada en factores clínicos a falta de biomarcadores moleculares que nos identifiquen la sensibilidad al platino. En pacientes en las cuales consideremos que el platino es la mejor opción (aquellas que no progresan durante el tratamiento con platino, no presentan recaída precoz sintomática tras la última quimioterapia basada en platino o no presentan contraindicación al platino), optaremos por un retratamiento con un doblete de platino. Si presentan alta carga tumoral o una recaída sintomática que requiera una rápida respuesta, la adición de bevacizumab concurrente con la quimioterapia y como mantenimiento ha demostrado aumentar la SLP y los porcentajes de respuesta. Para el resto de pacientes, tras respuesta a una quimioterapia basada en platino, el mantenimiento con un inhibidor de PARP, bien olaparib, niraparib o rucaparib han demostrado aumentar la SLP con un beneficio de gran magnitud y tenemos que considerarlo independientemente del estatus de BRCA o HRD. Para pacientes que ya han recibido estas terapias biológicas en primera línea, necesitamos más estudios con biomarcadores moleculares que nos orienten en la elección terapéutica en la recaída. El estudio OREO, para pacientes seleccionadas, nos indica que el retratamiento con olaparib aporta beneficio. BIBLIOGRAFÍA 1. Colombo N, Sessa C, Du Bois A, Ledermann J, McCluggage WG, McNeish I, et al. ESMO-ESGO consensus conference recommendations on ovarian cancer: pathology and molecular biology, early and advanced stages, borderline tumors and recurrent disease. Ann Oncol. 2019;30(5):672-705. 2. Pignata S, Cecere SC. How to sequence treatment in relapsed ovarian cancer. Future Oncol. 2021;17(3s):1-8. 3. Raja FA, Counsell N, Colombo N, Pfisterer J, Du Bois A, Parmar MK, et al. Platinum versus platinum-combination chemotherapy in platinum-sensitive recurrent ovarian cancer: a meta-analysis using individual patient data. Ann Oncol. 2013;24(12):3028-34.
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