GUÍA ONCOSUR DE CÁNCER DE OVARIO

> 65 Seguimiento del cáncer de ovario UTILIDAD DE LAS PRUEBAS DE IMAGEN Las pruebas de imagen se utilizan en pacientes sintomáticas, ante hallazgos sospechosos en la exploración física, cuando existe elevación de marcadores tumorales (1-2, 4-5) o periódicamente si el nivel de CA125 era normal al diagnóstico (5). La detección de recidivas varía según la modalidad de la prueba y el tamaño y la ubicación de la lesión (5). La ecografía se puede utilizar como método de primera línea por su amplia disponibilidad, bajo coste y rapidez, y es capaz de detectar recurrencias pélvicas y abdominales (1). La tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) tienen una tasa de detección de recurrencia comparable, pero la RM tiene una mejor resolución para las recaídas peritoneales y la evaluación de la pelvis (1). La tomografía por emisión de positrones-TC (PET-TC) no se recomienda de forma rutinaria como prueba de imagen de primera línea, pero la gran ventaja que tiene es su análisis de cuerpo completo, la detección de enfermedad de pequeño tamaño y a distancia, y la diferenciación de enfermedad metabólicamente activa o inactiva. También es útil ante pacientes con elevación progresiva del CA125 y sin evidencia de enfermedad en otras pruebas de imagen. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la estirpe epitelial mucinosa y de células claras podría dar lugar a falsos negativos en esta prueba de imagen (5). PUNTOS CLAVE PARA RECORDAR – El seguimiento periódico tras el tratamiento primario del cáncer de ovario se basa en la anamnesis, la exploración física y la educación de las pacientes. – El papel de los marcadores tumorales es incierto. El CA125 se utiliza en el seguimiento de las pacientes en las que se encontraba elevado al diagnóstico. – Las pruebas de imagen se solicitan en pacientes sintomáticas, tras hallazgos en la exploración física o cuando existe elevación de los marcadores tumorales. BIBLIOGRAFÍA 1. Armstrong DK, Álvarez RD, Bakkum-Gamez JN, Barroilhet L, Behbakht K, Berchuck A, et al. Ovarian Cancer, versión 2.2020, NCCN Clinical Practice Guidelines in Oncology. J Natl Compr Canc Netw. 2021;19(2): 191-226. 2. Berek JS, Renz M, Kehoe S, Kumar L, Friedlander M. Cancer of the ovary, fallopian tube, and peritoneum: 2021 update. Int J Gynaecol Obstet. 2021;155(Suppl 1):61-85. DOI: 10.1002/ijgo.13878 3. Mancebo G, Solé-Sedeño JM, Membrive I. Gynecologic cancer surveillance in the era of SARSCoV-2 (COVID-19). Int J Gynecol Cancer. 2021;31:914-9. 4. Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). Oncoguía SEGO: Cáncer de ovario 2022. Madrid: SEGO; 2022. 5. Colombo N, Sessa C, du Bois A, Ledermann J, McCluggage WG, McNeish I, et al. SMO-ESGO consensus conference recommendations on ovarian cancer: pathology and molecular biology, early and advanced stages, borderline tumours and recurrent disease. Int J Gynecol Cancer. 2019;30(5):672-705. DOI: 10.1136/ijgc-2019000308 6. Cao H, You D, Lan Z, Ye H, Hou M, Xi M. Prognostic value of serum and tissue HE4 expression in ovarian cancer: a systematic review with meta-analysis of 90 studies. Expert Rev Mol Diagn. 2018;18(4):371-83. DOI: 10.1080/14737159.2018.1457436

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