Guia oncosur de melanoma

Guí a OncoSur de me l anoma 10 > La exposición solar intermitente está relacionada con la aparición del melanoma (3), sobre todo cuando esta exposición ocurre en la infancia y adolescencia. En España ha habido trabajos que relacionan la exposición solar y el riesgo de desarrollar melanoma: OR (odds ratio) 2,6 (1,2-3,3) para la exposición solar continua por residencia o laboral. La no utilización de cremas para el sol incrementa el riesgo de melanoma en 2,6 veces (OR = 2,6; 1,6-3,6). Tomar más de 30 baños de sol al año es un factor de riesgo (1,8 -1,2-2,8), y el tiempo libre a la intemperie también (OR = 3,0; 1,6-5,5) (4). La exposición crónica podría tener efecto protector (5). Se ha calculado una OR de 0,31 (0,19-0,52) para una exposición de entre 20.000 y 30.000 horas a lo largo de la vida, de 0,13 (0,06-0,26) para una exposición a lo largo de la vida de entre 30.000 y 40.000 horas y una OR de 0,20 (0,10-0,40) cuando esta exposición excedió de 40.000 horas de sol en la vida. Al ajustar para la edad, sexo y tipo de piel, entre 20.000 y 30.000 horas todavía mantiene su efecto protector de forma significativa (OR = 0,50; 0,28-0,90) (6). 1.2. Exposición a lámparas ultravioleta Los resultados indican, en general, una relación con dicha exposición, si bien hay estudios contradictorios. Un metaanálisis encontró que la exposición a lámparas solares incrementa el riesgo de melanoma cutáneo. El riesgo relativo (RR) global fue de 1,20 (1,08-1,34), que se eleva a 1,25 (1,09-1,43) en estudios poblacionales. El riesgo aumenta un 1,8 % más con cada sesión adicional al año. El uso inicial antes de los 35 años conlleva un RR de 1,87 (1,41-2,48). En la Unión Europea, en los 15 países miembros iniciales, se ha calculado que un total de 3.438 casos en el registro de 2008 se atribuyeron a las lámparas solares, la mayoría en mujeres (7). La exposición solar intermitente aumenta el riesgo de melanoma. También las lámparas ultravioleta. La exposición solar crónica parece tener efecto protector. 2. FENOTIPO 2.1. Número de nevi melanocíticos Los portadores de un número elevado de nevi melanocíticos (sobre todo en número de 50 o más) y nevi clínicamente atípicos tienen mayor predisposición a padecer melanoma, así como las personas que han sufrido quemaduras antes de la edad de 20 años, factor que predispone a su vez a estas entidades (8). En algunas series, el 86 % de los pacientes con melanoma y el 22 % tenía 10 o más nevi y nevi atípicos, respectivamente (6). Influyen factores genéticos como el tipo de piel o la raza, y ambientales, como el clima, la exposición al sol e incluso la toma de alcohol o el tabaco (9). Los portadores de muchos nevi parece que tienen más probabilidad de tener un melanoma en el tronco (10).

RkJQdWJsaXNoZXIy OTI4NTYw