> 107 10 Situaciones especiales: melanoma de mucosas, melanoma ocular y metástasis cerebrales Javier Medina Martínez C A P Í T U L O Los melanomas pueden surgir del epitelio mucoso que recubre los tractos respiratorio, digestivo y genitourinario y suelen tener un peor pronóstico que los cutáneos debido a la biología y las particularidades de cada localización anatómica, por lo que la evidencia científica para su manejo óptimo sigue siendo limitada. El 95 % de los melanomas del ojo se encuentran en la úvea, mientras que el resto surge en la conjuntiva. Existen diferencias significativas entre los melanomas uveales (incluyendo el iris, el cuerpo ciliar y la coroides) y los melanomas que surgen en otros sitios. Las metástasis cerebrales son una complicación frecuente en pacientes con melanoma, con un riesgo aumentado con la duración de la enfermedad. En series de autopsias de pacientes con enfermedad metastásica se ha detectado su presencia hasta en el 75 % de los enfermos, mientras que la detección clínica está entre el 30 y el 40 % en 3 años de evolución de la enfermedad. 1. MELANOMA DE MUCOSAS Los melanomas mucosos son raros y representan aproximadamente el 1 % de todos los melanomas (1); las localizaciones más frecuentes son la mucosa de la cabeza y cuello, anorrectal y vulvovaginal (55, 24 y 18 % de los casos, respectivamente). Los sitios más raros de origen incluyen el tracto urinario, la vesícula biliar y el intestino delgado. Los pacientes tienen una mediana de edad de 70 años y es más común en las mujeres que en los hombres, especialmente por los melanomas del tracto genital (1). No se han identificado factores de riesgo predisponentes claros en esta enfermedad. El 20 % de los melanomas de mucosas son multifocales y el 40 % amelanóticos,
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