Guia oncosur de melanoma

Diagnóstico dermatológico del melanoma. Estadificación. Seguimiento > 21 El concepto del “patito feo” también favorece la sospecha clínica de melanomas. Las lesiones melanocíticas benignas (nevus) de una misma persona tienden a parecerse entre sí, mientras que los melanomas a menudo no se ajustan a ese patrón. La presencia de una lesión pigmentada diferente a las demás hace de ella un “patito feo” que debe ser evaluado por un profesional con experiencia (5). En la práctica dermatológica, además de la inspección visual, se realiza la dermatoscopia manual para la identificación de lesiones melanocíticas sospechosas. La dermatoscopia manual proporciona informaciones adicionales, que incluyen la arquitectura, la distribución del color y las estructuras vasculares de la lesión. Su utilización por dermatólogos expertos aumenta significativamente la precisión diagnóstica preoperatoria del melanoma cutáneo (6). La fotografía corporal total y la dermatoscopia digital, donde se hace el estudio dermatoscópico y el almacenamiento de imágenes, posibilitan la comparación de las imágenes basales con imágenes de seguimiento de los pacientes (7,8). Están indicadas principalmente en pacientes con múltiples nevus atípicos, donde numerosos estudios han comprobado su eficacia en la detección de melanomas incipientes (7,8). Frente a la sospecha de melanoma, se recomienda la obtención del historial clínico detallado del paciente, incluyendo los factores de riesgo para el desarrollo de este tumor, como antecedentes personales y familiares de melanoma, antecedentes de quemaduras solares y de inmunosupresión, fototipo cutáneo, número total de nevus y presencia de nevus atípicos. Se recomienda el examen completo de la piel, incluyendo cuero cabelludo, inspección de mucosa oral, área genital y de ganglios linfáticos (1,2). Toda lesión sospechosa de melanoma debe ser biopsiada y enviada a estudio histopatológico para su confirmación diagnóstica. La National Comprehensive Cancer Network (NCCN) recomienda realizar una biopsia excisional con márgenes laterales de 1 a 3 mm siempre que sea posible (9). El objetivo es evitar márgenes mayores para no influir luego en el mapeo linfático. La orientación de la biopsia debe ser realizada teniéndo en cuenta la ampliación a posteriori de la lesión (9). En caso de lesiones grandes o situadas en áreas donde la biopsia excisional sea mutilante (como cara, palmas y plantas de pies), se recomienda una biopsia incisional de la zona más gruesa de la lesión (9). Si el espécimen es considerado inadecuado para el estudio histopatológico, debe considerarse repetir la biopsia. 2. ESTADIFICACIÓN DEL PACIENTE CON MELANOMA El sistema de estadificación más utilizado en la práctica clínica y con mayor aceptación internacional es la clasificación del American Joint Committe on Cancer (AJCC) en su 8.ª edición. La tabla II presenta la nueva clasificación del AJCC para el melanoma (10). De acuerdo con el AJCC, la estadificación clínica (cTNM) debe ser utilizada después de la biopsia del melanoma primario e incluye las características patológicas del melanoma primario y la evaluación clínica/radiológica/patológica para metástasis (Tabla III) (10). La estadificación histopatológica (pTNM), además de las características del melanoma primario, incluye informaciones adicionales obtenidas después de la ampliación quirúrgica del melanoma primario y de la biopsia del ganglio centinela o de la extirpación terapéutica de ganglios linfáticos regionales (Tabla III) (10).

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