Guia oncosur de melanoma

Guí a OncoSur de me l anoma 46 > Figura 1. Localización del ganglio centinela mediante gammacámara y posterior extirpación. linfáticas subclínicas y si a los pacientes a los que se les realiza linfadenectomía regional tras un resultado positivo, en comparación con los que se les realiza la linfadectomía tras observarse clínicamente la afectación ganglionar, tienen un pronóstico distinto. Este estudio confirmó la utilidad de la BGC como herramienta pronóstica, aunque no se encontraron diferencias estadísticamente significativas en relación con la supervivencia específica de la enfermedad al comparar el grupo manejado con BGC con el grupo al que solo se observó clínicamente en pacientes con Breslow intermedio (1,2-3,5 mm de Breslow). Al analizar el subgrupo de pacientes a los que se demostró a posteriori metástasis ganglionar, sí se observó una mayor supervivencia específica de la enfermedad y tiempo libre de enfermedad a los 10 años si se les había realizado BGC. En el caso de melanomas gruesos (≥ 3,5 mm de Breslow), no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos. Aunque se analizaron los melanomas finos (< 1,2 mm), dado el bajo número de casos de enfermedad ganglionar no se pudo realizar un análisis estadístico. De forma sintética (Tabla IV), podemos afirmar que la indicación de la técnica de BGC es la estadificación inicial en pacientes sin evidencia de enfermedad ganglionar o a distancia con melanomas de un estadio T1b y superiores. Es decir, se realiza habitualmente en pacientes con melanomas primarios de ≥ 1 mm de Breslow. Su indicación en melanomas con un Breslow inferior y en melanomas gruesos es más controvertida (Tabla V). No está indicada su realización en melanomas in situ (Tis).

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