Guía OncoSUR - Infecciones en pacientes con tumor de órgano sólido

> 19 Aproximación al paciente con sospecha de infección y tumor de órgano sólido Barreras cutáneo-mucosas Constituyen la primera línea de defensa frente a la invasión microbiana. La quimioterapia y la radioterapia inducen cambios en la piel y las mucosas, así como en la flora habitual, lo que favorece su traslocación e invasión por otros microorganismos. Los cambios en las mucosas siguen un curso paralelo al descenso de los neutrófilos y alcanzan su mayor intensidad en el nadir de la neutropenia, lo que convierte a este periodo en el de máximo riesgo. Estos cambios van a interferir con el estado nutricional del paciente y con la biodisponibilidad de los fármacos, incluyendo los antibióticos. El compromiso tumoral local o la presencia de dispositivos endovenosos, digestivos o urológicos suponen también una disrupción de las barreras anatómicas naturales. En particular, el uso de catéteres venosos centrales proporciona un medio de acceso directo de los microorganismos al espacio intravascular a través de la interfase catéter-piel-tejido subcutáneo o por vía intraluminal (6). Neutropenia Es el factor de riesgo de infección de mayor magnitud. En mayor o menor medida, todos los fármacos citotóxicos usados en el tratamiento del cáncer alteran la proliferación de las células hematopoyéticas. A diferencia de los tumores hematológicos, en los pacientes con tumores de órgano sólido las neutropenias suelen ser menos profundas y menos prolongadas. Además, tanto la quimioterapia como la radioterapia interfieren también en la función de los neutrófilos. Inmunidad celular Encargada de la defensa frente a los microorganismos intracelulares y las células infectadas por virus. El tratamiento corticoideo constituye el principal responsable de vulnerar la inmunidad celular en el paciente con tumor de órgano sólido, seguido de la radioterapia y algunas terapias citotóxicas como la temozolamida, los nuevos tratamientos biológicos como el ibrutinib y la utilización de inmunosupresores para el control de los efectos secundarios de la inmunoterapia. Inmunidad humoral Responsable de la respuesta inmune frente a las bacterias extracelulares mediante la proliferación de células plasmáticas y la producción de inmunoglobulinas. Se trata de un mecanismo frecuentemente alterado en las neoplasias hematológicas pero menos relevante en los tumores de órgano sólido. Sin embargo, el bazo desempeña un papel fundamental en su culminación y en la fagocitosis, por lo que los pacientes con asplenia anatómica o funcional (quirúrgica, infiltrativa, invasión vascular o tumoral esplenoportal) presentarán mayor riesgo de infección por bacterias encapsuladas. APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA Todos los pacientes deben someterse a una historia clínica y un examen físico detallados, así como a los estudios de laboratorio, radiológicos y microbiológicos precisos. En presencia de sepsis y/o en casos de inmunosupresión grave, la toma de muestras microbiológicas debe preceder a la administración del tratamiento antibiótico empírico, no así la realización de otras pruebas diagnósticas complementarias (Figura 1).

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