Guí a OncoSur de infecc ione s en pac i ente s con tumor de órgano sól ido 30 > – Si hay fiebre persistente tras 5-7 días de tratamiento: • Descartar la infección fúngica (galactomanano, BD glucano, TC torácica de alta resolución y TC abdominal). • Valorar añadir un tratamiento antifúngico en caso de sospecha, sobre todo si existen factores de riesgo de enfermedad fúngica invasiva (neutropenia prolongada, tratamiento esteroideo, tipo de inmunosupresión, etc.): equinocadinas si hay sospecha de candidiasis invasiva (por ejemplo, caspofungina, anidulafungina o micafungina) y en caso de sospecha de hongos filamentosos (voriconazol, isavuconazol o anfotericina B liposomal) y azoles (voriconazol o isavuconazol) o anfotericina B liposomal. ASPECTOS PRÁCTICOS: AISLAMIENTO Y UTILIZACIÓN DE FACTORES ESTIMULANTES DE COLONIAS – El uso de factores estimuladores de colonias (G-CSF) como profilaxis primaria está recomendado en aquellos regímenes donde la probabilidad de neutropenia febril es ≥ 20 % y/o del 10-20 % si se asocian otros factores de riesgo (edad > 65 años, neutropenia febril previa, estadios avanzados de la enfermedad, ECOG > 2, enfermedad cardiopulmonar, multiples comorbilidades e invasión de la médula ósea o pacientes con múltiples líneas de tratamiento de QT y/o RT previas). – El uso de factores estimuladores de colonias (G-CSF) como tratamiento de la NF disminuye el tiempo hasta la recuperación de los neutrófilos y la duración del ingreso hospitalario, pero no se asocia a una mayor supervivencia, por lo que no está indicado su empleo de forma rutinaria en todos los pacientes. – Se recomienda valorar su utilización en aquellos casos que presenten factores de riesgo de complicaciones: neutropenia profunda (< 100/mm3 ) o duración prevista > 10 días, edad ≥ 65 años, sepsis, neumonía, infección fúngica invasiva u hospitalización en el momento de aparición de la fiebre. El más utilizado es el filgrastim, en dosis de 5 mg/kg/día por vía subcutánea hasta la resolución de la neutropenia. – Aunque de forma infrecuente, el uso de G-CSF se ha asociado con la aparición de efectos adversos pulmonares (tos, disnea, aparición de infiltrados pulmonares), habiéndose descrito algunos casos de síndrome de distrés respiratorio agudo. Los pacientes con historia reciente de infiltrados pulmonares pueden presentar un mayor riesgo, por ello en aquellos con infiltrados pulmonares extensos se debe valorar cuidadosamente su empleo. En caso de optar por su uso, deben valorarse diariamente la cifra de neutrófilos y los síntomas de empeoramiento respiratorio. – En los pacientes con neutropenia y tumor de organo sólido debemos restrigir las visitas, el aislamiento no tiene clara utilidad salvo en aquellos con neutropenia profunda y prolongada (> 10 días).
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