> 45 Infección urinaria en pacientes con tumor de órgano sólido Bacteriuria y candiduria asintomática En los casos asintomáticos, solo está indicada la detección y el tratamiento en las mujeres embarazadas y los pacientes que van a ser sometidos a una intervención urológica en la que se prevé que haya sangrado de mucosas, iniciando el tratamiento antes de la intervención y retirándolo tras el procedimiento. El tratamiento debe hacerse de acuerdo con el antibiograma. En los pacientes con neutropenia de riesgo elevado (< 100 células/mm3, ≥ 7 días de duración) existe controversia sobre si debe tratarse o no la bacteriuria asintomática y es recomendable el tratamiento de la candiduria asintomática. En las neutropenias de bajo riesgo no existe evidencia para recomendar el tratamiento. En todos los casos se aconseja el recambio de la sonda vesical o del dispositivo de derivación urinaria y repetir el urocultivo. En caso de presentar neutropenia febril o datos de sepsis, o si persiste el aislamiento microbiológico tras el recambio de la sonda o el dispositivo urinario, se recomienda iniciar el tratamiento antibiótico o antifúngico. Pacientes sin datos de sepsis ni de neutropenia Sin riesgo de multirresistencia El tratamiento empírico de la cistitis aguda es una cefalosporina de segunda (cefuroxima) o tercera generación (cefixima) por vía oral o la fosfomicina (trometamol, 3 g/72 horas; cálcica, 0,5-1 g/8 horas), ajustando el tratamiento posteriormente según el antibiograma y manteniéndolo durante 7 días (dos dosis en el caso de la fosfomicina). Para el tratamiento de la pielonefritis aguda (PNA) y/o la prostatitis bacteriana aguda (PBA) se recomienda inicialmente una cefalosporina de tercera generación endovenosa (ceftriaxona) y, en caso de alergia a los betalactámicos, aztreonam o un aminoglucósido. Recomendamos la observación en las siguientes 12-24 horas y, si la evolución clínica es buena, el manejo ambulatorio con una cefalosporina de tercera generación oral durante 10 días, ajustando el tratamiento según el antibiograma. Si existen complicaciones (absceso renal, PNAenfisematosa) debe prolongarse hasta los 14-21 días, y de 4 a 6 semanas en el caso de la PBA, donde se dará preferencia al ciprofloxacino/levofloxacino y el cotrimoxazol por su mejor penetración en el tejido prostático. Se recomienda realizar un urocultivo de control 2 semanas después de la retirada de la antibioterapia. Con riesgo de multirresistencia Podría considerarse el tratamiento empírico con ertapenem en los pacientes con riesgo de BLEE pero sin riesgo de otros patógenos multirresistentes (sondaje corto o intermitente). En los pacientes con riesgo de Pseudomonas sp. se debe iniciar el tratamiento con un betalactámico antipseudomónico, debiéndose asociar un aminoglucósido en caso de sospecha de resistencia a carbapenémicos o si la infección es grave (sepsis, shock séptico, neutropenia febril). Si hay antecedentes de infecciones resistentes a carbapenémicos, adecuar la antibioterapia a los aislamientos previos, considerando el empleo de carbapenémicos en perfusión extendida, ceftazidima-avibactam o ceftolozano-tazobactam (véase el capítulo de las infecciones por microorganismos multirresistentes). En caso de presentar factores de riesgo de infección por Enterococcus sp., debe asociarse la vancomicina. En caso de alergia a los betalactámicos podría emplearse la amikacina (asociada o no a aztreonam o fosfomicina si existe sospecha de resistencia a los aminoglucósidos) y un antibiótico activo frente al enterococo (vancomicina, teicoplanina o linezolid). El tratamiento debe ajustarse con el antibiograma y su duración conforme a la indicada para cada síndrome clínico. Se recomienda realizar un urocultivo de control 2 semanas después de la finalización del tratamiento antibiótico.
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