> 47 6 Infección de partes blandas en pacientes con tumor de órgano sólido Alfonso Monereo Alonso1 y Santos Enrech Francés2 1Servicio de Medicina Interna. 2Sección de Oncología Médica. Hospital Universitario de Getafe. Getafe, Madrid C A P Í T U L O INTRODUCCIÓN En el paciente oncológico son frecuentes las infecciones de la piel y del tejido celular subcutáneo, tanto por la enfermedad neoplásica y su tratamiento como por las roturas de la barrera anatómica que generan las vías, los drenajes, los estomas y las heridas quirúrgicas. Ante la sospecha de una infección cutánea debemos evaluar de qué tipo de infección se trata y, especialmente, el grado de profundidad que alcanza la infección. Es útil contar con un esquema del nivel al que puede afectar la infección en forma de tres estratos: infecciones superficiales limitadas a la epidermis, infecciones que afectan al tejido celular subcutáneo e infecciones profundas que afectan a fascias y músculos. INFECCIONES SUPERFICIALES Las infecciones superficiales se reconocen por presentarse de forma rápida con eritema bien delimitado y calor local. Cuando afectan a los folículos pilosos o las glándulas sudoríparas tienden a formar abscesos. Los microorganismos implicados son la flora habitual de la piel, como Staphylococcus aureus o Streptococcus pyogenes. El tratamiento es empírico y puede ser tópico u oral cuando la infección es extensa. Las infecciones que afectan a los anejos con frecuencia forman abscesos en los que el germen implicado generalmente es el S. aureus sensible a meticilina (SAMS); en estos casos se realizan un drenaje quirúrgico, un estudio de Gram, un cultivo de la secreción y un tratamiento con
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