Guía OncoSUR - Infecciones en pacientes con tumor de órgano sólido

> 57 Infección intraabdominal y diarrea aguda en pacientes con tumor de órgano sólido por estos microorganismos, se debe usar un carbapenem. La combinación de vancomicina, aztreonam y metronidazol es una alternativa para los pacientes con alergia a betalactámicos o cuando no se puedan utilizar los carbapenems en las infecciones de adquisición nosocomial. Por último, no debemos olvidar lo gérmenes multirresistentes (Pseudomonas spp. y BGN productores de carbapenemasas) (véase el capítulo 10). En estos casos, la administración de tratamientos combinados, junto con antibioterapia en perfusión extendida y, posteriormente, la utilización de nuevos fármacos ajustados según el antibiograma (ceftazidima/avibactam, ceftozolano/tazobactam, colistina), debe guiarse por la flora de cada uno de nuestros hospitales. La aspiración percutánea y el drenaje deben realizarse, si es factible, en todas las colecciones infecciosas sospechosas. La colangitis puede complicar los tumores que producen obstrucción de la vía biliar, por lo que en estas situaciones es preceptiva –tras una evaluación con TC abdominal– la colocación de un stent de drenaje, que es un componente clave para manejar la colangitis. El tracto GI y los catéteres venosos centrales son las principales puertas de entrada de la candidiasis sistémica. Distintas especies de cándida forman parte de la flora colónica normal en los adultos. La susceptibilidad de que se produzca una candidemia surge cuando hay en la mucosa algún daño inducido por el tratamiento quimioterápico y neutropenia. Los pacientes pueden desarrollar una peritonitis por cándida tras una cirugía, especialmente tras una peritonitis fecal o la rotura de una anastomosis. Ha de tenerse en cuenta tanto para el uso de la profilaxis con fluconazol como para el tratamiento con azoles (fluconazol, itraconazol, isavuconazol, posaconazol y voriconazol), formulaciones de anfotericina B o equinocandinas (caspofungina, micafungina). DIARREA AGUDA La diarrea es un problema común en los pacientes con cáncer (4). Sus causas son múltiples y los casos severos pueden originar complicaciones importantes, como deshidratación, alteraciones del equilibrio hidroelectrolítico, insuficiencia renal y aumento del riesgo de complicaciones cardiovasculares e infecciosas, con importante deterioro de la calidad de vida. Diagnóstico diferencial – Diarrea como consecuencia de la toxicidad de los tratamientos antitumorales. Entre los citotóxicos destacan como causantes de diarrea el 5-fluoracilo y sus derivados, el irinotecán y los taxanos. También es frecuente la aparición de la diarrea asociada a los tratamientos dirigidos –como los inhibidores del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), los inhibidores de mTOR y otros inhibidores de la tirosina-quinasa como imatinib, sunitinib o sorafenib– y la diarrea de mecanismo autoinmune asociada al tratamiento con inmunoterapia. El riesgo aumenta cuando se utilizan esquemas de combinación con estos fármacos. Es importante la información al paciente y la administración de un tratamiento profiláctico con antidiarreicos (loperamida), según el caso, y en todos los casos instruir al paciente para facilitar la detección y el tratamiento precoces. – Otros fármacos. El uso de laxantes o de antiácidos con alto contenido en magnesio puede ser causa de diarrea. – Diarrea por radioterapia. La radioterapia sobre la pelvis o la cavidad abdominal daña la mucosa intestinal, originando liberación de prostaglandinas y malabsorción de sales biliares, lo que causa diarrea. La diarrea aguda por radioterapia ocurre en las 6 primeras semanas de tratamiento y suele resolverse con tratamiento sintomático.

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