Guía OncoSUR - Infecciones en pacientes con tumor de órgano sólido

Guí a OncoSur de infecc ione s en pac i ente s con tumor de órgano sól ido 60 > – Factores estimulantes de colonias: dada la gravedad del cuadro, se suele considerar adecuada la administración de G-CSF hasta la recuperación del recuento de neutrófilos. – Cirugía: debe valorarse en caso de aparición de complicaciones como la perforación, el sangrado masivo y otras. Evaluación del paciente con diarrea La intensidad de la diarrea se suele evaluar según los criterios de toxicidad establecidos por el National Cancer Institute (NCI) americano (Tabla II) (6). Grado 1 Grado 2 Grado 3 Grado 4 Grado 5 -  Incremento < 4 deposiciones/ día sobre el nivel basal -  Leve incremento del flujo por la colostomía -  Incremento de 4-6 deposiciones/ día sobre el nivel basal -  Moderado incremento del flujo por la colostomía -  Limitación de actividades diarias del paciente -  Incremento ≥ 7 deposiciones/ día sobre el nivel basal -  Severo aumento del flujo por la colostomía -  Requiere hospitalización -  Autocuidado limitado -  Situación que compromete la vida del paciente -  Indicada la intervención urgente -  Muerte — Tabla II — Criterios comunes de toxicidad: diarrea (CTCAE V5.0, NCI) En la evaluación general del paciente oncológico con diarrea debe realizarse una anamnesis completa, con especial interés en la búsqueda de posibles causas entre los antecedentes del paciente y una exploración física minuciosa para descartar signos de riesgo. Los casos leves (G1, G2 y G3 bien hidratados y sin signos de alarma) podrán tratarse ambulatoriamente. Los G4 y los que presenten síntomas tales como diarrea sanguinolenta o purulenta, dolor abdominal persistente, fiebre o deshidratación deberán ser ingresados. Las exploraciones complementarias dependerán de la gravedad de la diarrea y del diagnóstico de sospecha en cada caso (Figura 3). En el caso de que aparezcan signos de peritonismo o sospecha de colitis deberá realizarse una TC de abdomen que valore la extensión de la afectación intestinal y la posibilidad de una enterocolitis neutropénica o de una complicación abdominal (perforación, absceso). Estas complicaciones pueden requerir tratamiento quirúrgico. Además, antes de iniciar el tratamiento AB se indicará la realización de hemocultivos (x 2), de un coprocultivo y de una determinación de la toxina de C. difficile. Manejo general Se debe garantizar la reposición hidroelectrolítica y evitar la deshidratación en todos los casos. El uso de fármacos antidiarreicos como la loperamida puede estar indicado. El uso de antibióticos se limita a los casos asociados a fiebre, neutropenia o sospecha fundada de causa infecciosa. Por su relevancia en el paciente oncológico, se muestra el tratamiento de la ICD (Figura 3).

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