Guí a OncoSur de infecc ione s en pac i ente s con tumor de órgano sól ido 74 > En todos los casos, la antibioterapia debe ajustarse de acuerdo con el antibiograma una vez que se disponga de él. La duración del tratamiento varía en función del aislamiento microbiológico. Así, en el caso de una BAC por SCN, si el catéter se retira, el paciente no es portador de material protésico endovascular y no está neutropénico, y no hay datos de infección local o metastásica, el tratamiento antibiótico puede suspenderse a los 3-5 días tras la retirada del catéter, siempre y cuando ceda la fiebre y mejoren los datos analíticos de la infección. En el caso de S. aureus y Candida spp. deben realizarse HC de control cada 48-72 horas hasta su negativización, incluso aunque el paciente esté afebril. El tratamiento en estos casos debe prolongarse durante 14 días desde la fecha de los primeros HC estériles. En el caso de la BAC por bacilos gramnegativos (BGN), la duración del tratamiento no se ha establecido. En los casos en que se haya retirado el catéter y la evolución clínica y analítica sea favorable, una pauta de 7 días puede ser suficiente. La terapia oral secuencial puede considerarse en los pacientes que alcancen la estabilidad clínica, que no presenten complicaciones metastásicas, que tengan HC de control estériles y en los que se haya retirado el catéter intravenoso, siempre y cuando exista una opción de antibioterapia activa frente al microorganismo y que esta tenga una alta biodisponibilidad. COMPLICACIONES DE LA BACTERIEMIA ASOCIADA AL CATÉTER Dentro de la BAC podemos diferenciar entre bacteriemias no complicadas y complicadas, que pueden asociarse a sepsis/inestabilidad hemodinámica, metástasis sépticas (embolias pulmonares, endocarditis, espondilitis, retinitis), tromboflebitis séptica o factores de riesgo de desarrollo de metástasis endovasculares (valvulopatía, marcapasos, desfibrilador o material protésico vascular). Los criterios de la BAC complicada obligan a la retirada del catéter y a prolongar la duración del tratamiento antibiótico. BIBLIOGRAFÍA 1. Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene. Estudio EPINE-EPPS 2018. Informe global de España. [Internet]. Disponible en: https://www.epine.es/docs/public/reports/esp/2018%20EPINE%20 Informe%20España.pdf 2. Sousa B, Furlanetto J, Hutka M, Gouveia P, Wuerstlein R, Mariz JM, et al. Central venous access in oncology: ESMO Clinical Practice Guidelines. Ann Oncol. 2015;26:v152-68. 3. Chaves F, Garnacho-Montero J, del Pozo JL, Bouza E, Capdevila JA, de Cueto M, et al. Diagnosis and treatment of catheter-related bloodstream infection: Clinical guidelines of the Spanish Society of Infectious Diseases and Clinical Microbiology and (SEIMC) and the Spanish Society of Spanish Society of Intensive and Critical Care Medicine and Coronary Units (SEMICYUC). Med Intensiva. 2018;42(1):5-36. 4. Böll B, Schalk E, Buchheidt D, Hasenkamp J, Kiehl M, Kiderlen TR, et al. Central venous catheter–related infections in hematology and oncology: 2020 updated guidelines on diagnosis, management, and prevention by the Infectious Diseases Working Party (AGIHO) of the German Society of Hematology and Medical Oncology (DGHO). Ann Hematol [Internet]. 2014 Jan;93(1):13-32. Available from: http://link.springer.com/10.1007/ s00277-020-04286-x 5. Carmona-Torre F, Yuste JR, del Pozo JL. Protocolo de tratamiento de la bacteriemia asociada a catéter vascular central de larga duración. Med Programa Form Médica Contin Acreditado. 2018;12(50):2972-6. 6. Aldea Mansilla C, Martínez-Alarcón J, Gracia Ahufinger I, Guembe Ramírez M. Diagnóstico microbiológico de las infecciones asociadas a catéteres intravasculares. En: Guembe Ramírez M, coord.; Cercenado Mansilla E, Cantón Moreno R, editores. Procedimientos en microbiología clínica. Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC); 2018.
RkJQdWJsaXNoZXIy OTI4NTYw