Guí a OncoSur de infecc ione s en pac i ente s con tumor de órgano sól ido 82 > BIBLIOGRAFÍA 1. Magiorakos AP, Srinivasan A, Carey RB, Carmeli Y, Falagas ME, Giske CG, et al. MDR, XDR and PDR bacteria: an international expert proposal for interim standard definitions for acquired resistance. Clin Microbiol Infect. 2012;18:268-81. 2. European Centre for Disease Prevention and Control. Antimicrobial resistance in the EU/EEA (EARS-Net). Annual Epidemiological Report 2019. Stockholm: ECDC; 2020. 3. Gudiol C,Aguado JM, Carratalà J. Bloodstream infections in patients with solid tumors. Virulence. 2016;7(3):298-308. 4. Cosimi RA, Beik N, Kubiak DW, Johnson JA. Ceftaroline for Severe Methicillin-Resistant Staphylococcus aureus Infections: A Systematic Review. Open Forum Infect Dis. 2017;4(2):ofx084. 5. Vasoo S, Barreto JN,Tosh PK. Emerging issues in gram-negative bacterial resistance: an update for the practicing clinician. Mayo Clin Proc. 2015;90(3):395-403. 6. Samonis G, Vardakas KZ, Kofteridis DP, Dimopoulou D, Andrianaki AM, Chatzinikolaou I, et al. Characteristics, risk factors and outcomes of adult cancer patients with extensively drug-resistant Pseudomonas aeruginosa infections. Infection. 2014;42(4):721-8. 7. Emeraud C, Escaut L, Boucly A, Fortineau N, Bonnin RA, Naas T, Dortet L. Aztreonam plus clavulanate, tazobactam, or avibactam for treatment of infections caused by metallo-β-lactamase-producing Gram negative bacteria. Antimicrob Agents Chemother. 2019;63:e00010-19. 8. Petty LA, Henig O, Patel TS, Pogue JM, Kaye KS. Overview of meropenem-vaborbactam and newer antimicrobial agents for the treatment of carbapenem-resistant Enterobacteriaceae. Infect Drug Resist. 2018;11:1461-72. – Revisar los aislamientos previos de colonización y de infección de los que disponga el paciente, de cara a ajustar la antibioterapia empírica, y realizar aislamientos preventivos adecuados, para evitar así la transmisión horizontal de los microorganismos multirresistentes. 2. Reevaluar en cada consulta con el paciente la necesidad y adecuación de las profilaxis antibióticas que se hayan podido instaurar previamente, para reducir en lo posible la duración de estas. Asegurar la extracción de muestras para cultivos ajustados al foco probable o sospechoso antes del inicio de la antibioterapia. 3. Optimizar el tratamiento empírico: importancia de la PK/PD: – En las infecciones en que se sospeche la implicación de una bacteria con mecanismos complejos de resistencia se recomienda instaurar una terapia empírica de amplio espectro, ajustada a la epidemiología local e individual del paciente. – Se recomienda el uso de dosis altas y de la perfusión extendida para asegurar concentraciones adecuadas en las infecciones por bacterias con CMI altas frente a los principales antibióticos betalactámicos, así como valorar combinaciones de antibióticos en la terapia empírica para evitar fracasos del tratamiento. La combinación de antibióticos, aunque no ha demostrado que mejore el pronóstico de los pacientes con respecto a la monoterapia en el caso de las infecciones no graves, se recomienda de inicio para asegurar el acierto de la cobertura en los casos de infección grave o con sospecha de infección por microorganismos multirresistentes (especialmente, enterobacterias y P. aeruginosa). 4. La terapia antibiótica deberá reevaluarse día a día de acuerdo con la evolución clínica, los resultados microbiológicos disponibles y el desarrollo de toxicidades. El objetivo será reducir en lo posible el espectro, adecuándolo al proceso de acuerdo con los aislamientos microbiológicos y el foco infeccioso, así como reducir la duración de la antibioterapia. Cada vez más estudios respaldan el uso de duraciones recortadas con resultados similares a las clásicas pautas de 7-14-21-28 días, que deberán valorarse en función de cada caso concreto.
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