Guí a OncoSur de infecc ione s en pac i ente s con tumor de órgano sól ido 84 > FACTORES DE RIESGO La integridad de las barreras mucocutáneas y un sistema inmunológico competente son muy eficientes para prevenir las infecciones fúngicas y frecuentemente se ven alterados en los pacientes oncológicos (implantación de catéteres venosos centrales, presencia de mucositis, inmunosupresión debida al cáncer o a los tratamientos de esta enfermedad). En los pacientes que van a recibir quimioterapia citotóxica, el riesgo de infección es particularmente alto durante el periodo de neutropenia y se incrementa con su duración y profundidad (recuento < 100 neutrófilos/µl durante más de 7 días). El riesgo también se incrementa por el uso de terapias antibacterianas de amplio espectro, la insuficiencia renal, el ingreso en unidades de cuidados intensivos, la administración de nutrición parenteral, la presencia de diabetes, las infecciones fúngicas previas, las colonizaciones por Candida spp. y los defectos inmunes innatos, entre otros (2,3). DIAGNÓSTICO El diagnóstico es difícil puesto que las manifestaciones clínicas son variables (fiebre persistente, sepsis, enfermedad órgano-invasiva, etc.). El aislamiento y la identificación de los microorganismos a menudo requieren realizar procedimientos invasivos (biopsias). El primer paso para conseguir un diagnóstico es tener un alto grado de sospecha clínica. Muchas veces se requieren cultivos y análisis histológicos de biopsias, así como de identificación de antígenos y ADN fúngico a través de test moleculares. Los hallazgos radiológicos también pueden facilitar el diagnóstico por los patrones característicos de ciertas infecciones fúngicas. Se han desarrollado sistemas de clasificación para el diagnóstico en donde se asocian niveles de probabilidad (probada, probable o posible) basados en criterios clínicos, histopatológicos, microbiológicos y radiológicos (4). PRINCIPALES INFECCIONES FÚNGICAS. CONSIDERACIONES SOBRE EL DIAGNÓSTICO Y EL TRATAMIENTO En la tabla I se presenta un resumen de las principales infecciones fúngicas (patógenos y tipo de infección que producen) y su diagnóstico. Infecciones por Candida spp. Las especies de Candida forman parte de la microbiota de la piel, la vía aérea, el tracto gastrointestinal y el genitorurinario. Las infecciones provocadas por este patógeno oportunista son las más frecuentes en los pacientes oncológicos y pueden constituir desde infecciones cutáneas (intertrigo, foliculitis) y mucosas, como la candidiasis orofaríngea y la esofagitis, hasta infecciones invasoras. Estas últimas presentan diferentes formas clínicas: la candidemia (la más frecuente), la candidiasis crónica diseminada (propia de las neoplasias hematológicas cuando se recuperan de la neutropenia) y las infecciones invasoras focales (oculares, del sistema nervioso central –SNC–, cardiacas, urinarias, etc.). Se pueden manifestar como fiebre sin foco, muchas veces indistinguibles de las infecciones bacterianas.
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