Antes de que podáis adentraros en el contenido de este Manual práctico de Socorrismo y salvamento, me gustaría compartir con vosotros, a modo de curiosidad y de forma muy resumida, la historia más destacada que precede a lo que hoy conocemos como salvamento acuático. El origen del socorrismo se encuentra en la generosidad y solidaridad humana que surgió como consecuencia de los numerosos naufragios que se producían en la antigüedad. Los primeros datos se remontan al año 1708, cuando se crea en la ciudad de Chinkiang, actual Zhejiang (China), la Asociación para el Salvamento de Vidas, que incluyó la instalación de varias estaciones de salvamento que empezaban a incluir personal y equipamiento especializados.
A raíz de este momento, se formaron asociaciones similares en distintas partes del mundo. De esta forma surgieron, en países como Holanda (1767) o Estados Unidos (1786), sociedades cuya finalidad era reanimar a personas ahogadas a través de métodos empíricos. En 1807 se publicó uno de los primeros manuales de socorrismo para ahogados en el río o en el mar, donde describían técnicas como “secar el cuerpo con franelas” o “tender el cuerpo junto al fuego e introducir aire caliente por su boca por medio de una cánula”. Otros datos que podemos destacar fueron la celebración, en 1878, del Primer Congreso Mundial de Salvamento Acuático, en la ciudad de Marsella al sur de Francia; o la creación del primer flotador salvavidas en 1897 por el Capitán Harry Sheffield. Autores: Beatriz Letamendia Guisad - David Guillén Fernández