Vivimos en una sociedad en la que la actividad física –un concepto diferente al del deporte o al del ejercicio físico– cobra cada vez más relevancia. Debemos entender la actividad física como el movimiento de nuestro sistema musculoesquelético que de alguna manera implica a nuestros sistemas energéticos, y aquí reside la clave, ya que a través de esta implicación se generan adaptaciones en el metabolismo que, con una estructura lógica y coherente, producen una mejora en nuestro sistema inmune que, a su vez, influye positivamente en la salud.
Con el paso de los años hemos ido avanzando hacia un escenario en el que la actividad física y la salud cada vez están más unidas y, en la actualidad, son un binomio prácticamente inseparable. Asimismo, está convirtiéndose en una alternativa muy interesante a los fármacos, ya que desde el ámbito sanitario cada vez se prescribe más actividad física como prevención de ciertas patologías o, incluso, como tratamiento. Para que nos hagamos una idea de la importancia de esta tendencia, el entrenamiento de fuerza se utiliza, por ejemplo, como método preventivo de la diabetes de tipo II, o incluso para tratar la diabetes, ya que la resistencia a la insulina puede reducirse por el simple hecho de practicar pesas. Por otro lado, también se ha demostrado que el entrenamiento de fuerza, gracias a sus efectos en la preservación de la masa muscular, si se ejecuta dentro de los parámetros correctos durante un tratamiento de quimioterapia, puede reducir de forma considerable sus efectos secundarios. Estamos, por lo tanto, ante una herramienta muy interesante para combatir algunas de las grandes preocupaciones de la sociedad moderna en el ámbito de la salud, como el síndrome metabólico, el primer responsable del incremento de ciertas patologías metabólicas (cáncer, diabetes de tipo II, hipertensión, arterioesclerosis, etc.). En el marco de esta evolución es donde se gestó la necesidad de modernizar el currículum formativo de los futuros profesionales del deporte para adaptarlo a las demandas reales de la sociedad en el ámbito de la salud y del rendimiento deportivo. Con la publicación en el BOE del Real Decreto 651/2017 nació el ciclo formativo de Técnico Superior en Acondicionamiento Físico (TSAF), que actualmente se ha desdoblado en dos ramas: TSEAS (Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva) y TSAF (Técnico Superior en Acondicionamiento Físico), destinado a cubrir la creciente demanda en el mundo de la actividad física, tanto en el ámbito del rendimiento deportivo como en el ámbito de la salud. Por su parte, el sector del fitness crece muy rápidamente: se abren centros deportivos por todo el territorio nacional, no solo de grandes cadenas empresariales, también centros pequeños, sobre todo de entrenamiento personal, para dar respuesta a la demanda generada por la evolución que ha presentado la práctica de la actividad física y su fuerte vinculación con el sector de la salud. Clases colectivas, actividades con apoyo musical, en- trenamientos personales, monitores de sala, valoraciones funcionales, cross-training, entrenamiento funcional, pilates, yoga, etc. Son multitud las actividades y los servicios que se ofrecen en este tipo de centros y que los Técnicos Superiores en Acondicionamiento Físico deben conocer para poder enseñar. En este manual, Fitness en sala de entrenamiento polivalente, el alumno se familiarizará con los elementos principales de una sala de musculación y con la localización de sus principales implementos, así como con su correcta utilización. Se aprenderán nociones de fisiología básica para prestar un servicio de calidad a los clientes que acudan a un centro reclamando sus servicios. Además, el alumno aprenderá a clasificar estos entrenamientos en función del grupo al que van dirigidos: edad escolar, adultos o tercera edad, así como a diferenciar entre las necesidades biológicas de hombres y mujeres (algo de suma importancia a la hora de prescribir actividad física). Conocer las particularidades de cada sector de la población es fundamental para identificar el tipo de actividad física más acorde a su condición, ya sean personas con algún tipo de discapacidad cognitiva o física, personas con patologías o simplemente personas de diferentes edades. No se trata solo de dominar la parte teórica, conocer el componente práctico que existe en una sala de fitness es fundamental para el desarrollo integral de un futuro profesional del sector. A lo largo del módulo se aprenderán las principales ejecuciones técnicas de diferentes ejercicios de fuerza, así como la óptima utilización de las máquinas que hay en una sala de musculación convencional o en una sala polivalente. La planificación de sesiones grupales y su dinamización son caminos que recorrerá el alumnado en este módulo, en el que adquirirá competencias de comunicación verbal y no verbal junto con un amplio abanico de herramientas en forma de ejercicios y tareas que le permitirá diseñar sesiones atractivas y útiles. Por último, este manual pretende servir como guía a todos los compañeros que ejercen la docencia en este ciclo formativo de nueva creación, intentando facilitar y estructurar en la medida de lo posible su labor en todos los centros profesionales. Seas profesor o alumno, este libro es una herramienta que tiene como único objetivo aunar los contenidos del currículum y hacer la labor docente y académica más asequible. Vivimos tiempos de cambio, de evolución. ¿Hacia dónde? Es una incógnita, pero lo que sí podemos hacer, al menos en el mundo de la actividad física y del deporte, es aproximarnos hacia una realidad en la que podamos materializar de verdad esa “reconexión” entre el mundo profesional y el académico. Con la aparición de este nuevo ciclo formativo tenemos una oportunidad única y, bajo nuestro punto de vista, debemos aprovecharla. Autores: Jorge Jiménez Morcillo - Álvaro Fernández Feijoo