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XXXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia

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Marcadores de NETs, como el ADN, calprotectina y mieloperoxidasa son factores de riego

en la trombosis venosa

L. Martos, J. Oto, L.A. Ramón, Á. Fernández, S. Bonanad, F. España, S. Navarro, P. Medina

Grupo de Investigación en Hemostasia, Trombosis, Arteriosclerosis y Biología Vascular. Instituto de Investigación Sanitaria La Fe. Valencia

Introducción

La coagulación sanguínea es un proceso que se inicia rápida-

mente tras un daño vascular, con la finalidad de reparar el tejido

dañado y mantener la homeostasis sanguínea. En los últimos años

se ha descrito que la coagulación sanguínea también ejerce un

papel inmunoprotector frente a la infección por patógenos en las

heridas abiertas, con el fin de evitar las infecciones sistémicas.

Ello ha propiciado la aparición del término “inmunotrombosis”

1

para definir la respuesta inmunitaria inducida por la formación de

un trombo venoso, especialmente en la microvasculatura. Gracias

a la acción conjunta de las células inmunitarias y de las proteí-

nas de la coagulación, se genera un andamio intravascular que

facilita el reconocimiento, contención y destrucción de patóge-

nos, protegiendo así la integridad del huésped sin provocar daños

colaterales

1

.

La estrecha relación entre hemostasia e inflamación es crucial

para que la eliminación de un patógeno invasor sea efectiva. En

condiciones normales, ambos mecanismos están regulados a la

baja. Sin embargo, tras la detección de un patógeno, estos mecanis-

mos se activan e inician reacciones inmunitarias y de cicatrización

de heridas. Cuando fallan los mecanismos reguladores, estas reac-

ciones se exacerban alcanzando dimensiones patológicas. Estas

complicaciones suelen estar causadas por la agregación plaquetaria

masiva y la activación sistémica de la coagulación, seguido de

hemorragias intensas a causa del consumo de plaquetas y factores

de la coagulación. Además, la tendencia hacia la formación del

coágulo que tiene lugar durante una infección severa se incrementa

debido a la menor actividad de las tres vías principales de anticoa-

gulación: la antitrombina, el inhibidor de la vía del factor tisular y

el sistema de la proteína C

2

. Estas situaciones conllevan una alta

morbilidad y mortalidad y son difícilmente tratables

3

.

Relación entre coagulación, inflamación

e inmunidad

La vía extrínseca de la coagulación se activa tras la exposi-

ción del factor tisular (FT). Este forma un complejo con el factor

(F) VIIa, lo que a su vez activa al FX. Seguidamente, el FXa se

ensambla en el complejo protrombinasa que cataliza la formación

de trombina. Por último, esta trombina cataliza la conversión del

fibrinógeno en fibrina, lo que inicia la formación del coágulo. Al

mismo tiempo, la trombina activa a la proteína C para controlar

el proceso de coagulación

4

. El FT se expresa constitutivamente

en células extravasculares como fibroblastos, pericitos y células

epiteliales. Sin embargo, en las células que están en contacto con

las proteínas plasmáticas, el FT está encriptado parar evitar el

inicio de la coagulación. Tras la aparición de una herida o la res-

tricción del flujo sanguíneo, el FT se expone y desencadena la

formación del coágulo de fibrina. El FT desempeña un papel muy

importante en la inmunotrombosis. Así, los monocitos y las células

endoteliales pueden sobreexpresar FT en su superficie en condi-

ciones inflamatorias

5

. De hecho, el FT intravascular se encuentra

principalmente en las células mieloides, fundamentalmente en los

monocitos, y sobre la superficie de vesículas extracelulares, las

cuales desencadenan la trombosis a través del FT expuesto en su

superficie. Asimismo, el FT puede iniciar cascadas de señalización

dependientes e independientes del receptor activado por protea-

sas (PAR) 2, las cuales inducen respuestas inflamatorias como la

liberación de citoquinas, quimioquinas y factores de adhesión

6,7

.

Los receptores PAR son un nexo de unión esencial entre la

coagulación y la inflamación. Mientras que el FXa puede activar

al PAR1 y al PAR2, la trombina puede también activar al PAR3.

En ambos casos, la activación de estos receptores desencadena

reacciones proinflamatorias como la inducción de la interleu-

cina (IL)-6, IL-8, del factor de crecimiento transformante beta

(TGF-

β

), y la proteína quimoatrayente de monocitos 1 (MCP-1)

8

.

La activación del PAR1 por la proteína C activada (APC) es más

compleja y requiere la presencia del receptor endotelial de la pro-

teína C (EPCR) como anclaje. Opuestamente a la activación del

PAR1 por el FXa o la trombina, la activación del PAR1 por la

APC desencadena reacciones antiinflamatorias, antiapoptóticas y

citoprotectoras como la inhibición de la adhesión leucocitaria y el

mantenimiento de la barrera endotelial

9

.

Los estudios en modelos animales nos han permitido conocer

los procesos que ocurren al inicio y durante la propagación de la

trombosis venosa. En un estudio

in vivo

en animales, la reducción

del 80% de la velocidad del flujo sanguíneo en la vena cava inferior

causa la formación de un gran coágulo a los dos días en el 60% de

los ratones

10

, cuya apariencia y composición es similar al coágulo

humano. Este está formado principalmente por leucocitos, de los

cuales el 70% son neutrófilos y el 30% son monocitos

10

. Los linfoci-

tos no están presentes en este coágulo, lo cual pone de manifiesto la

gran relevancia de la población de células mieloides circulantes en el

proceso inicial de la formación del coágulo. En las horas posteriores

a la restricción del flujo, los monocitos y neutrófilos son reclutados

sobre la pared vascular morfológicamente intacta

10

. Estos ruedan y

se adhieren al endotelio a medida que se recluta un mayor número de

ellos durante la formación del coágulo. Este proceso es dependiente

de selectinas, como la P-selectina

11,12

. La P-selectina se libera de

los cuerpos de Weibel-Palade tras la activación del endotelio. Así,

la P-selectina derivada del endotelio, pero no la de las plaquetas,

contribuye a la iniciación de la trombosis en ratones

10

. A su vez,

las células endoteliales expresan moléculas de adhesión como el