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Pósteres

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Cáncer (IBMCC, CSIC-USAL), IBSAL, y Servicio de Citometría (NUCLEUS).

Universidad de Salamanca. Salamanca. (4) Centro Regional de Hemodonación.

Hospital Universitario Morales Meseguer, IMIB-Arrixaca. Murcia. (5) Hospital

Universitario La Paz. Madrid. (6) Hospital Clínico Universitario Virgen de la

Arrixaca. Murcia

Introducción:

La trombocitopenia inmune (PTI) es la causa

de trombocitopenia más frecuente en la infancia. El diagnóstico

es de exclusión. Las trombocitopenias hereditarias (TH) son un

grupo heterogéneo de enfermedades raras que son habitualmente

diagnosticadas y tratadas como una PTI. En niños, una de las cau-

sas de trombocitopenia que siempre se debe tener presente es el

síndrome de Wiskott-Aldrich (SWA). El SWA se caracteriza por

la tríada clásica de eccemas, infecciones y microtrombocitopenia.

Este último hallazgo permite su diferenciación con otros tipos

de trombocitopenia. El objetivo del estudio ha sido establecer el

diagnóstico correcto de 2 casos tratados previamente como PTI.

Material y métodos:

Presentamos 2 casos con diferente

gravedad clínica y hallazgos de laboratorio.

Caso clínico 1:

niño

que a la edad de 2 años presenta petequias, equimosis y una cifra

de plaquetas 4,1x10

9

/l y un VPM elevado (20,5 fl). El frotis de

sangre periférica mostraba plaquetas gigantes y el aspirado de

médula ósea (AMO) una hiperplasia megacariocítica. El paciente

se diagnosticó de PTI y fue refractario a 6 líneas de tratamiento.

En dos ocasiones requirió un ingreso en UCI por shock hemo-

rrágico.

Caso clínico 2:

niño de 4 años con un recuento plaque-

tario fluctuante (40-80x10

9

/l) y un VPM normal (7.9 fl) desde el

nacimiento. Durante los procesos infecciosos, llegaba a descender

hasta P<20x10

9

/L, acompañado de petequias y epistaxis. El frotis

y AMO eran sugerentes de PTI por lo que recibió tratamiento

estándar con corticoides e inmunoglobulinas, alcanzando respuesta

parcial.

Resultados:

El ADN extraído de cada paciente fue analizado

mediante un panel de 71 genes relacionados con los trastornos

plaquetarios hereditarios en una plataforma de Next-generation

sequencing mediante la captura de secuencia (Illumina MiSeq).

En el primer caso se identificó una nueva microdeleción de 1bp

(p.Arg268Glyfs*40) en homocigosis en el exón 9 del gen

WAS.

Se confirmó el estado de portadora de la madre mediante secuen-

ciación convencional. El análisis por citometría de flujo (CMF)

mostró la ausencia de expresión de la proteínaWAS (WASp) en las

células T, en el propósitus, mientras que la portadora presentaba un

patrón bimodal (heterocigosis). El diagnóstico final fue compatible

con una forma clásica de SWA caracterizada por una trombocito-

penia grave pero con VPM elevado. A los 4 meses del diagnóstico

el paciente fue sometido a un trasplante alogénico de donante no

emparentado sin ninguna complicación, con un recuento plaqueta-

rio normal y un quimerismo completo. En el segundo caso se iden-

tificó una variante genética en el

splicing

(IVS6+5 g>a) en

WAS.

La expresión de WASp por CMF estaba levemente disminuida,

mientras que en la madre mostraba un patrón normal. El caso fue

compatible con una forma leve de SWA o trombocitopenia ligada

al cromosoma X (TLX), presentando una microtrombocitopenia

con respuesta al tratamiento de PTI.

Conclusión:

Es importante incluir la sospecha de SWA o TLX

en el diagnóstico diferencial de trombocitopenia crónica en niños,

incluso en los casos con VPM normal o elevado y que no respon-

dan al tratamiento de PTI. La detección de variantes genéticas nos

ayudará a establecer la correlación entre el genotipo y fenotipo de

los pacientes, incluso con el VPM.

PC-401

 Déficit adquirido de factor XIII y encefalitis

autoinmune

Arias Fernández T., Bernardo Gutiérrez Á., Fonseca Mourelle A.,

Ávila Idrovo L. F., Soto Ortega I.

Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo

Introducción:

El déficit adquirido de factor XIII causado

por autoanticuerpos es un cuadro raro y grave que suele afectar a

pacientes ancianos y puede ser idiopático o asociarse a enfermeda-

des autoinmunes, tumores o tratamientos farmacológicos.

Caso clínico:

Mujer de 78 años que acude a urgencias por

fiebre de 48 horas de evolución y alteraciones neurológicas de ini-

cio brusco.

Antecedentes:

HTA, fibrilación auricular anticoagulada

con AVK, insuficiencia mitral moderada e hipertrofia ventricular

izquierda. Se diagnostica de meningoencefalitis vírica e inicia tra-

tamiento con aciclovir. Se suspendió el tratamiento anticoagulante

oral y se pautó enoxaparina. Tras tres semanas de tratamiento,

sufre empeoramiento neurológico, se confirma una complicación

autoinmune postinfecciosa y se inician corticoides e inmunoglo-

bulinas. Un mes después, la paciente presenta anemización brus-

ca (6,7 g/dl de hemoglobina) y hematoma a tensión de miembro

inferior izquierdo. Se reduce la dosis de enoxaparina, se drena

el hematoma y se liga del punto de sangrado. Siendo normales

los parámetros analíticos estudiados en el escrutinio de diátesis

hemorrágica, se determinó el nivel de FXIII, que fue del 28%. Se

demostró la presencia de un inhibidor frente al factor XIII (1.0 UB)

por lo que se suspende la HBPM, se inicia tratamiento con FXIII

comercial (15 UI/kg) y se asocia rituximab por su doble efecto

frente a la encefalitis y el inhibidor. Recibió 2000 unidades de

concentrado de factor XIII con excelente evolución, desaparición

del inhibidor y normalización de los niveles de factor XIII. Para el

control de la clínica neurológica requirió asociar tratamiento con

ciclofosfamida

(Figs. 1-3)

.

Discusión:

El déficit adquirido de FXIII por la presencia de

un inhibidor es un cuadro muy infrecuente y grave, con clínica

hemorrágica grave (espontánea o tras intervenciones quirúrgicas)

que puede ser fatal. El diagnóstico puede resultar difícil por la

normalidad de los parámetros analíticos de hemostasia habituales.

Desde 1967 se han publicado 63 casos en el mundo. Más frecuente

en ancianos, la edad es el principal factor de riesgo, probablemente

debido a la pérdida de la tolerancia inmunológica. Un 50% de los

casos son idiopáticos, el resto se asocia a otras patologías (neo-

plasias, fármacos o enfermedades autoinmunes). En este caso se

diagnostica un déficit adquirido con inhibidor frente al factor XIII

en una anciana con encefalitis autoinmune postherpética. El obje-

tivo del tratamiento del déficit adquirido de factor XIII es doble:

control del sangrado con concentrado de factor XIII y erradicación

del inhibidor con inmunosupresores. La rapidez en el estudio del

sangrado, con la confirmación del inhibidor frente al factor XIII,

permitió un inicio precoz del tratamiento con concentrado de fac-